Boda Silvia & Víctor

Con mi cámara en mano y el corazón rebosante de emoción, junto a AF visualtuve el privilegio de capturar cada momento mágico en la boda de Silvia y Víctor. 

La atmósfera de la iglesia San Pedro de Gijón, decorada por La Orquídea Gijón, estaba llena de anticipación y alegría, mientras los invitados esperaban ansiosos el inicio de la ceremonia. El sol brillaba en el exterior, ¡para que digan que en Asturias no hace bueno!.

Silvia, deslumbrante, maquillada por Raquel Fdez Make up, peinada por Jesús de La Mona Riza, con su vestido de Lucía de Miguel , sus zapatos de Flor de Asoka y su tocado de La Unike Bodas caminó hacia el altar intentando contener las lágrimas. Sus manos temblaban ligeramente, pero su determinación y felicidad eran palpables. Víctor, elegante con su traje de Juan Moda Hombre, la esperaba al final del pasillo.

La ceremonia fue amenizada por el Cuarteto Lírice,.

Mientras los recién casados salían de la iglesia como marido y mujer, los aplausos y vítores de sus seres queridos llenaron el aire. 

¡Qué decir de las fotos de exteriores!, según la pareja, ellos posan muy mal,… juzguen ustedes mismos. Esto no trata de posar, trata de ser vosotros mismos, y Silvia & Víctor lo hicieron, ¡vaya si lo hicieron!.

Rápidamente nos dirigimos al Palacio de la Concepción, donde Deloya hizo disfrutar de un ambiente de cóctel en la terraza con unas preciosas de Gijón.

Los discursos de amigos cercanos y familiares revelaron las cualidades únicas de Sílvia y Víctor, y cómo su amor había tocado las vidas de todos los presentes. Los brindis resonaron y mientras el sol se escondía y las luces comenzaban a iluminar el palacio. Abrieron el baile y tenían la gran sorpresa del grupo Kamikaze antes de pasar al juego de luces con la hora loca, donde grg eventos dio caña a la pista, cuando Silvia apareció con su segundo vestido y la capa de luces que siguieron varios invitados inundados de color.

Capturé momentos fugaces de risas compartidas, lágrimas de felicidad y miradas llenas de complicidad. Cada abrazo, cada carcajada, cada sentimiento, … se convirtieron en un tesoro inmortalizado.

Mientras me retiraba al final de la noche, no pude evitar sentirme agradecida por haber sido parte de esa jornada mágica. La boda de Silvia y Víctor no solo fue un evento especial, sino un testimonio visual de su amor perdurable, un amor que estoy honrada de haber capturado en cada imagen.

Silvia GHComentario